Fig. 1. Acueducto romano. Técnica: A lápiz y a la mano de Dios!!
Los romanos construyeron numerosos acueductos (latín aquaeductūs, sing. aquaeductus)
para proporcionar agua a las ciudades y los lugares industriales. Estos
acueductos estaban entre los mayores logros de ingeniería del mundo
antiguo, y establecieron un estándar no igualado por más de mil años
tras la caída de Roma.
Muchas ciudades aún mantienen y usan los antiguos acueductos hoy en
día, aunque los canales abiertos han sido normalmente reemplazados por
tuberías.
Los romanos típicamente construyeron numerosos acueductos para servir a cualquier gran ciudad en su imperio, así como muchas ciudades pequeñas y centros de producción industrial. La misma ciudad de Roma,
siendo la ciudad más grande, tenía la mayor concentración de
acueductos, con agua proporcionada por once acueductos construidos a lo
largo de un período de quinientos años. Los estudiosos han llegado a
predecir el tamaño de la ciudad por su abastecimiento de agua.
Proporcionaban agua potable
y numerosos baños y fuentes en la ciudad, así como finalmente se
vaciaban en serrerías, donde desempeñaban su última función, la de
remover los desperdicios. Los métodos de construcción están bien
descritos por Vitruvio en su obra De Architectura escrita en el siglo I a. C. Su libro fue de gran ayuda para Frontino,
un general que fue nombrado a finales del siglo I para administrar los
muchos acueductos de Roma. Descubrió una discrepancia entre la toma de
agua y lo que se proporcionaba causada por las tuberías ilegales
insertadas en los canales para distraer las aguas, y dio cuenta de sus
esfuerzos para mejorar y regular el sistema al emperador Nerva a finales del siglo I. El relato de su investigación es conocido como De aquaeductu.
Un acueducto arranca en un sistema de captación de agua. El agua pasa
de forma controlada a la conducción desde un depósito de cabecera (caput aquae).
La construcción de un acueducto exige el estudio minucioso del terreno
que permitirá escoger el trazado más económico para permitir una
pendiente suave y sostenida sin alargar demasiado el recorrido de la
obra. Se usan canales abiertos (riui) siempre que resultaba posible y únicamente en contadas ocasiones se recurre a la conducción bajo presión.
El canal se acomoda al terreno por distintos procedimientos. Siempre
que fuese posible, transcurría sobre el suelo apoyado en un muro (substructio)
en el que se practican alcantarillas para facilitar el tránsito normal
de las aguas de superficie. Si el terreno se eleva, el canal queda
soterrado (riuus subterraneus) y forma una galería subterránea (specus)
excavada directamente en la roca o construida dentro de una zanja.
Cuando se ha de vencer una fuerte depresión, se recurre a la
construcción de complicados sistemas de arquerías (arcuationes) que sostienen el canal y lo mantienen al nivel adecuado.
En todo caso, siempre que el agua se destina al consumo humano, el canal está cubierto por bóvedas, falsas bóvedas, placas de piedra o tégulas.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Acueductos_de_Roma
EL EMPERADOR CLAUDIO
Tiberio Claudio César Augusto Germánico (en latín Tiberius Claudius Caesar Augustus Germanicus; Lyon, 1 de agosto de 10 a. C.— Roma, 13 de octubre de 54 d. C ) historiador y político romano, fue el cuarto emperador romano de la dinastía Julio-Claudia, y gobernó desde el 24 de enero del año 41 hasta su muerte en el año 54. Nacido en Lugdunum, en la Galia, fue el primer emperador romano nacido fuera de la Península Itálica.
Permaneció apartado del poder por sus deficiencias físicas, cojera y tartamudez, hasta que su sobrino Calígula, tras convertirse en emperador, lo nombró cónsul y senador.
Su poca actuación en el terreno político que representaba su familia
le sirvió para sobrevivir en las distintas conjuras que provocaron la
caída de Tiberio y Calígula.
En esta última conjura, los pretorianos
que asesinaron a su sobrino lo encontraron tras una cortina, donde se
había escondido creyendo que lo iban a matar. Tras la muerte de
Calígula, Claudio era el único hombre adulto de su familia. Este motivo,
junto a su aparente debilidad y su inexperiencia política, hicieron que
la guardia pretoriana lo proclamara emperador, pensando tal vez que sería un títere fácil de controlar.
Pese a sus taras físicas, su falta de experiencia política y que lo
considerasen tonto y padeciera complejos de inferioridad por causa de
burlas desde su niñez y estigmatizado por su propia madre, Claudio fue
un brillante estudiante, gobernante y estratega militar, además de ser
querido por el pueblo y ser el hombre más poderoso del mundo conocido.
Su gobierno fue de gran prosperidad en la administración y en el terreno militar. Durante su reinado, las fronteras del Imperio romano se expandieron, produciéndose la conquista de Britania. El emperador se tomó un interés personal en el Derecho, presidiendo juicios públicos y llegando a promulgar veinte edictos al día.
En cualquier caso, se le vio como un personaje vulnerable,
especialmente entre la aristocracia. Claudio se vio obligado a defender
constantemente su posición descubriendo sediciones, lo que se tradujo en
la muerte de muchos senadores romanos.
Claudio también se enfrentó a serios reveses en su vida familiar, uno
de los cuales podría haber supuesto su asesinato. Estos eventos dañaron
su reputación entre los escritores antiguos, si bien los historiadores
más recientes han revisado estas opiniones.
OBRAS PUBLICAS
Fig. 1. Via apia en primer plano y el acueducto "Anio Novus" en el horizonte. Técnica: Lápiz.
Claudio demostró ser un administrador capaz y un gran promotor de
obras públicas. Durante los trece años de su gobierno, el Imperio romano
asistió a la construcción de numerosas obras públicas, tanto en la
capital como en las provincias. Construyó dos acueductos: el Aqua Claudia, que había comenzado Calígula, y el Anio Novus. Éstos llegaron a la ciudad en el año 52 y se unieron con la famosa Porta Maggiore. También restauró un tercero, el Aqua Virgo.
Claudio se preocupó especialmente del transporte. Construyó canales y
carreteras por toda Italia y por las provincias. De todos los canales
que construyó es necesario destacar el que construyó desde el río Rin
hasta el mar, y en cuanto a las carreteras o vías, fue muy importante la
carretera entre Italia y Germania, ambas comenzadas por su padre,
Druso. Más cercanas a Roma están las construcciones del canal navegable
en el Tíber que llevaba a Portus, su nuevo puerto justo al norte de Ostia.
Este nuevo puerto se construyó en un semicírculo con dos malecones y un
faro en su boca. La nueva construcción también permitió reducir los
casos de inundaciones en Roma.
El puerto de Ostia fue parte de la solución de Claudio para la
constante escasez en el suministro de grano a Roma que se había
producido durante el invierno, después de la temporada de navegación en
Roma. Otra parte fue asegurar las embarcaciones mercantes de grano que
estuviesen dispuestas a arriesgarse a viajar a Egipto fuera de temporada. Otorgó a estos navegantes privilegios especiales, incluyendo la ciudadanía y la exención de la Lex Papia Poppaea,
una ley que regulaba los matrimonios. Por último, eliminó los impuestos
que Calígula había establecido sobre la comida, y redujo aún más los
impuestos en aquellas comunidades que sufrían hambrunas.
La última parte del plan de Claudio fue incrementar la cantidad de
tierra disponible para la agricultura en Italia. Para ello mandó secar
el lago Fucino, con el objeto de transformar el terreno en tierra cultivable, y para que el río cercano al lago fuese navegable todo el año.
Se excavó un túnel en el lecho del lago, pero el plan fracasó. El túnel
no era lo suficientemente grande para transportar el agua, lo cual
provocó que colapsara cuando fue abierto. La inundación resultante
barrió una exhibición de gladiadores
que estaba teniendo lugar para conmemorar la inauguración, y obligó a
Claudio a correr para salvar su vida junto con los demás espectadores.
En cualquier caso, la idea no era mala, y muchos otros emperadores y gobernantes la consideraron, incluyendo a Adriano y Trajano o, ya en la Edad Media al Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico Federico II Hohenstaufen. Finalmente el proyecto fue llevado a buen término en el siglo XIX por el príncipe de Torlonia, con lo que se consiguieron más de 160.000 acres de tierra cultivable. Para ello, el príncipe expandió el túnel de Claudio hasta tres veces su tamaño original.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Claudio#Obras_p.C3.BAblicas
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